Los imposibles no existen, es nuestra mente la que limita nuestros éxitos...

07 diciembre, 2013

LA DIFICIL TAREA DE PRESCINDIR DEL PERSONAL



Desde el año 2002, las organizaciones venezolanas han tenido que enfrentar cada año la continuidad de la inamovilidad laboral.

Independientemente de las razones que ha considerado el gobierno nacional para renovar anualmente la inamovilidad laboral, de igual manera las organizaciones deben prescindir de cierto personal y tienen que acudir a recursos que representan todo un reto, poniendo a prueba los principios y valores de los involucrados.

Muy poco se habla de cómo influye esta situación en los procesos de selección de personal y de su posterior y eventual desincorporación en una empresa de servicios profesionales.

Se debe destacar que los ejecutivos de las empresas exigen que las negociaciones deban enmarcarse en un ámbito de máximo beneficio para la empresa, protegiéndolas de potenciales situaciones legales. También cabe acotar que las empresas prestadoras de servicios, están sujetas a mantener a su personal siempre y cuando tengan clientes que la contraten.

A continuación expondré algunos casos de retiro de personal con los que lidié en mi experiencia como gerente de una empresa prestadora de servicios profesionales. 

Caso 1.
En el primer caso el empleado estaba inconforme con el estilo de liderazgo de su supervisor, además consideraba que las solicitudes del cliente eran simples caprichos. Dado que el empleado manifestó honestamente su posición y tras haber superado otras actitudes similares en su desempeño profesional poniendo en tela de juicio las decisiones del cliente, que además generaba la oportunidad laboral, acordamos la ruptura de la relación laboral por dos razones: 1.- La razón pública no habían vacantes disponibles en otros proyectos, 2.- La razón privada: ante una actitud muy negativa para con el cliente no era un recurso al que la empresa quisiera conservar. 

Caso 2:
El segundo caso es un empleado contratado por tiempo indeterminado que prestaba sus servicios profesionales a un cliente que no renovó el contrato, dado que no existía un proyecto inmediato al cual asignar el recurso, el empleado aceptó sin inconvenientes la situación y decidió presentar su renuncia.

Estos casos parecen sencillos pero son situaciones difíciles de manejar, ponen a prueba las capacidades personales y profesionales de quien le da la cara al empleado, ya que el empleado es sensible a las palabras y a la intención que se utilice en las negociaciones, cualquier error en la comunicación puede desembocar en una querella legal. Por otra parte, para las empresas es un alivio que el personal entienda que su estabilidad laboral depende de la contratación de terceros y de su desempeño en los previos del cliente.


Hoy en día ya no soy empleado, hoy soy un emprendedor y entiendo la necesidad de contratar al personal bajo la modalidad adecuada, explicando los riesgos y las implicaciones de trabajar para una empresa que genera empleo por demanda de servicios y sustentando que la estabilidad depende de nuevas oportunidades de mercado o de la renovación de los servicios del cliente; mi estrategia es presentar los escenarios de riesgo al principio de la relación, esperando que los profesionales asuman el reto y entiendan que las relaciones laborales son finitas, como toda relación humana.

Por Andrés Gonzalez
Emprendedor: Gerente de Proyectos.

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